
Es importante conocer qué tipo de piel tenemos para una correcta aplicación de nuestros productos y cuidado de nuestra piel.
Para poder aplicar de buena forma cada producto debemos conocer nuestro tipo de piel.
La piel se divide en cinco categorías: normal, grasa, mixta, seca y sensible.
Los tipos de piel más comunes con la piel grasa que se caracteriza por tener poros grandes, sensación grasa a lo largo del día y con imperfecciones.
Por otro lado, la piel seca retiene menos humedad que la piel normal y las glándulas sebáceas segregan menos grasa, lo cual provoca descamación y la aparición de líneas de expresión.

Ahora bien, una vez identificado tu tipo de piel podemos comenzar con el proceso de preparación de piel.
Limpiar: Con una toallita húmeda, aunque no tengas producto en la piel.
Tonificar: Agua de rosas o hammamelis; nos ayuda a nivelar el PH y cerrar los poros, controlar la grasa o aumentar la hidratación.
Hidratar: Se realiza de manera especial para cada tipo de piel.
Es aportar a la piel el agua que necesita.
Sigue estos pasos para poder tener una piel perfectamente hidratada antes de maquillar.
